¿LA VOLUNTAD DE DIOS O LA NUESTRA?
"En aquel tiempo los discípulos le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?» El les respondió : «Ciertamente Elías ha de venir y lo pondrá todo en orden. Es más yo les aseguro a ustedes que Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer a manos de ellos». Entonces los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista" (Mt. 17, 10-13).
Cristo se refería en este evangelio a Juan Bautista, pero hoy nosotros nos queremos referir a Cristo. El Señor se queja de que el pueblo judío no ha sabido reconocer a su precursor; el tiempo de Adviento es un camino en el que precisamente vamos avanzando y reconociendo los signos de Dios para encontrarle en Belén, pero para eso necesitamos estar atentos, hacer silencio, tener encendida la lámpara, estar como centinelas, porque de lo contrario Él puede pasar de largo por nuestra vidas sin que le reconozcamos. Es bueno siempre decirle desde el corazón: "No pases de largo sin detenerte Señor, ayúdame a reconocerte en todo, en todos..."
En un segundo momento pensemos en estas Palabras de Jesús: "hicieron con él cuanto quisieron...." ¿No suena esto a hacer la propia voluntad y no la de Dios?. Fíjense bien, el Señor no dice, "hicieron lo que él quiso o lo que él les manifestó por encargo de Dios, es decir la Voluntad Divina", sino, "hicieron con él cuanto quisieron"; no le obedecieron porque eso significaba desacomodarse, salir de sí mismos. La Voluntad de Dios siempre exigirá el sacrificio y la renuncia de la nuestra, y en realidad nada cuesta tanto como morir a sí mismo.
Ahora sí, ¿quieres darle un buen regalo al Niño de Belén? Entrégale tu voluntad, que es entregarte con alma, vida y corazón... ¡verás qué contento se pone!
"En aquel tiempo los discípulos le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?» El les respondió : «Ciertamente Elías ha de venir y lo pondrá todo en orden. Es más yo les aseguro a ustedes que Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer a manos de ellos». Entonces los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista" (Mt. 17, 10-13).
Cristo se refería en este evangelio a Juan Bautista, pero hoy nosotros nos queremos referir a Cristo. El Señor se queja de que el pueblo judío no ha sabido reconocer a su precursor; el tiempo de Adviento es un camino en el que precisamente vamos avanzando y reconociendo los signos de Dios para encontrarle en Belén, pero para eso necesitamos estar atentos, hacer silencio, tener encendida la lámpara, estar como centinelas, porque de lo contrario Él puede pasar de largo por nuestra vidas sin que le reconozcamos. Es bueno siempre decirle desde el corazón: "No pases de largo sin detenerte Señor, ayúdame a reconocerte en todo, en todos..."
En un segundo momento pensemos en estas Palabras de Jesús: "hicieron con él cuanto quisieron...." ¿No suena esto a hacer la propia voluntad y no la de Dios?. Fíjense bien, el Señor no dice, "hicieron lo que él quiso o lo que él les manifestó por encargo de Dios, es decir la Voluntad Divina", sino, "hicieron con él cuanto quisieron"; no le obedecieron porque eso significaba desacomodarse, salir de sí mismos. La Voluntad de Dios siempre exigirá el sacrificio y la renuncia de la nuestra, y en realidad nada cuesta tanto como morir a sí mismo.
Ahora sí, ¿quieres darle un buen regalo al Niño de Belén? Entrégale tu voluntad, que es entregarte con alma, vida y corazón... ¡verás qué contento se pone!
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