sábado, 4 de enero de 2014

El empujón que necesitamos para ayudar

La propuesta de ayudar puede venir de la mano de un familiar, conocido o desde la empresa en la que trabajamos que nos invita a sumarnos a alguna movida solidaria como juntar ropa o juguetes para un hogar o tapitas para el Garrahan. En otros casos, es porque nos sensibilizamos con alguna catástrofe y sentimos que no podemos permanecer ajenos.

Otras veces puede pasar que algún famoso que admiramos se pone la camiseta de alguna causa, y queremos darle nuestro apoyo. O simplemente que veamos alguien por la calle y querramos ayudarlo o que una publicidad de alguna organización nos toque el alma para motorizar nuestra solidaridad.

Como sea, siempre hay un LLAMADO DE ATENCION, alguien que llama a la puerta de nuestra sensibilidad y nos pone en contacto con ESE OTRO que nos necesita. Son muy pocas las veces (al menos en mi caso) en la que espontáneamente tengo presente, en mi cotidianeidad, que puedo tener diferentes gestos para alegrarle el día a otro.




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