sábado, 14 de diciembre de 2013

Aprendes ...

Después de algún tiempo tú aprendes la diferencia, la sutil diferencia entre dar la mano y socorrer un alma.
Y aprendes que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. .Y comienzas a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y los ojos adelante, con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño. Y aprendes a construir todos t
us caminos hoy, porque el terreno de mañana es demasiado incierto para los planes y el futuro tiene la costumbre de caer en medio del hueco.
Después de un tiempo, aprendes que el sol quema si estás expuesto mucho tiempo. Y aprendes que no importa cuanto te importen algunas personas, algunas personas simplemente no importan. Y aceptas que no importa cuán buena sea una persona, ésta va a herirte de vez en cuando y tú tienes que perdonarla por eso.
Aprendes que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las largas distancias. Y lo que importa no es lo que tú tienes en la vida, sino a quiénes tienes en la vida. Y que los buenos amigos son la familia que la vida nos permitió escoger.
Descubres que las personas que más te importan en la vida son tratadas por ti con mucha prisa, por eso siempre debemos dejar a las personas que amamos palabras amorosas, puede ser la última vez que las veamos. Aprendes que las circunstancias y los ambientes tienen influencia sobre nosotros, pero que nosotros somos responsables por nosotros mismos. Comprendes que no te debes comparar con los otros, pero si con lo mejor que puedas ser.
Aprendes que tú controlas tus actos o ellos te controlarán, y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, pues no importa cuán débil sea una situación, siempre existen dos lados. Aprendes que los héroes son las personas que hicieron lo que era necesario hacer, enfrentando las consecuencias.
Aprendes que tener paciencia requiere tener mucha práctica. Aprendes que la madurez tiene más ver con los tipos de experiencias que se viven y lo que tú aprendiste con ellas, que cuántos cumpleaños celebraste. Aprendes que hay más de tus padres en ti de lo que suponías.
Aprendes que no se le debe decir a un niño que los sueños son tonterías, pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia que él lo creyera. Aprendes que cuando estás enojado tienes el derecho a estarlo, más eso no te da derecho a ser cruel. Descubres que sólo porque alguien no ama del modo que tú quieres que ame, no significa que ese alguien no ama con todo lo que puede, pues existen personas que nos aman, pero simplemente no saben como demostrar o vivir eso.
Aprendes que no siempre es suficiente ser perdonado por alguien,
algunas veces, tú tienes que aprender a perdonar a ti mismo. Aprendes que con la misma severidad con que juzgas, tú serás condenado en algún momento. Aprendes que no importa en cuántos pedazos fue partido tu corazón, el mundo no para que lo arregles. Aprendes que el tiempo no es algo que puedas volver atrás. Por lo tanto planta tu jardín y decora tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Y aprendes que realmente puedes soportar… Que realmente eres fuerte, y que puedes ir mucho más lejos después de pensar que no se puede más. Y que la vida tiene valor y tú tienes valor frente la vida.
 
William Shakespeare
 
 
 

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