miércoles, 18 de diciembre de 2013

 Un día...

 Un día le pedí a Dios instrucciones 
 para vivir en esta tierra... 
 Dios acercó su voz a mi oído y me dijo: 

 Sé como el sol:
 Levántate temprano y no te acuestes tarde. 
 Sé como la luna, brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor. 
 Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela. 


 Sé como las flores,
 Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces 
 Sé como el buen perro obediente, pero nada más a su Señor. 
 Sé como la fruta,
 Bella por fuera, saludable por dentro. 
 Sé como el día,
 Que llega y se retira sin alardes. 


 Sé como el oasis,
 Da tu agua al sediento. 
 Sé como la luciérnaga,
 Aunque pequeña emite su propia luz. 
 Sé como el agua,
 Buena y transparente. 
 Sé como el río,
 Siempre hacia adelante. 
 Y por sobre todas las cosas,
 Sé como el cielo:

 La morada de Dios. 
 Enséñame a hacer tu voluntad, 
 porque tu eres mi Dios, 
 tu Espíritu bueno me guíe 
 a tierra de rectitud. 
 Salmo 143:10 
 Señor, no permitas que me quede donde estoy. 
 Ayúdame a llegar a donde tú esperas que llegue.







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