La angustia compromete tu futuro
Estamos tan angustiados que no damos crédito a nada de lo que está por
delante. El desánimo y la desesperanza nos paralizan, ya que se mezclan con
el temor al futuro.
La
fuerza interior parece haber desaparecido, y las decisiones que tomamos
las realizamos en base a lo que sentimos.
«Me gusta, me quedo. No me gusta,
me voy. Hoy me siento bien, mañana mal.» No
tenemos ganas de hacer nada,
o lo que antes nos atraía ahora ya no nos
atrae.
Estamos confundidos, la vida resulta absurda y sin sentido alguno. Y
es en
este malestar cuando la persona expresa todo
su dolor, se queja
continuamente y todo le molesta. La persona
que está angustiada siente que
no hay futuro, que de esta no va a salir,
que los problemas y las presiones la
superan.
Debemos concentrarnos en lo bueno del presente. Y nunca olvidemos que
lo mejor está por venir.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario