Los mandalas ¿sirven como terapia?
Estoy completamente convencida, y me propongo en
este apartado aconsejar el uso de los mandalas no sólo como una suerte de
expresión artística que por cierto lo es, sino que a su vez sirven para
relajarnos, para abstraernos del mundo, para plasmar nuestros sentimientos en
él y así encontrar una relajación del cuerpo como una paz interior.
Hoy existen en el mercado mandalas de todo tipo: de
luz, de relajación, de armonía, de abundancia y muchos más. Podemos escoger un pequeño libro del tipo de
mandalas con el cual nos sintamos
identificados. El mandala, el dibujo en sí mismo atraerá nuestra atención y
despertara sentimientos e imaginación en cuanto a cómo hemos de colorearlo.
En casa, en un m momento de suma tranquilidad, con
una música ambiental a bajo volumen,
comenzar a colorear estos mandalas y hacerlo con los colores que nos vengan en
mente. No tratemos de hallar una explicación. Lo importante en primer lugar es
encontrar placer y calma. Cuando lo finalicemos veremos que los colores
empleados tienen que ver mucho con
nuestro estado de ánimo de ese momento en particular.
Al realizar esta placentera tarea además de
encontrar paz y sentir calma exponemos frente a mostros mismos las emociones
del momento. Por ello es muy útil también para los niños, sobre todo para
aquellos que sufren de déficit de atención o tienen alguna discapacidad. Por
otro lado se les ofrece a personas con problemas psicológicos. Algunos lo harán
más rápido otros tendrán menos ansiedad y se tomarán su tiempo. Todo dependerá
de nuestro estado emocional. Lo ideal es colorear con calma observando bien la
figura. Pintarlo muy rápido no relaja. Para quienes desean meditar, este es un
muy buen comienzo porque la parte intelectual del cerebro y las emociones
juegan un papel muy importante.
En relación a los colores que utilizamos, los
podemos analizar nosotros mismos una vez finalizado el mandala. Los grises y
negros son tonos negativos. En cambio el rojo indica la pasión, el amor y la sensualidad.
Por otro lado, el blanco significa pureza e iluminación. El azul como siempre
se supo es un color calmo, de paz, alegría y de placer. El amarillo y el
naranja son muy positivos, muy energéticos expresando simpatía, luz dinámica y
energía. El rosa es un tino muy femenino y muestra la dulzura que poseemos. El
verde es un color muy importante, porque significa sanación como así también fe
y esperanza. El color oro da a entender vitalidad y sabiduría, en tanto que el
color plata muestra ciertas emociones fluctuantes.
Tampoco debemos acomplejarnos por los colores
empleados. Si deseamos, al pintar un segundo manadala podemos comparar y así
ver el cambio positivo o negativo en nuestro estado emocional. Esta terapia es
muy económica y realmente muy agradable. Podemos bajar muchos estilos de
mandalas desde internet, o comparar pequeños o grandes cuadernillos con
diversos motivos, como la naturaleza, la paz, los animales, las formas o
también mandalas más complicados en donde las figuras están formadas por líneas
muy finas y círculos más difíciles de localizar y pintar.
Lilia Canosa
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