sábado, 23 de noviembre de 2013


 

¡Vive ahora!

 

Amigo lector, lectora deseo a través de estas líneas lograr que entiendas que lo único que tenemos es el presente. Sí, tenemos un hoy y lo debemos disfrutar a pleno. Piensa que le pasado no se repite, no se repara y que vivir recordándolo no te ayuda en nada. Si te quedas en tiempos que ya fueron es porque te hallas en  lugar de la queja de tu sufrimiento actual echando seguramente la culpa a otros de tuis desdichas presentes y no es así.

Debes hacerte responsable de tus actos y en lugar de preocuparte por ellos ocuparte y encontrarles una  solución. Esa solución búscala dentro de ti. Vuelves al pasado una y otra vez y no logras más que mortificarte aún más. Extrae de él lo únicamente aquello que te sirva de experiencia para este presente. Piensa sólo en el hoy porque el fututo no llegó y por lo tanto es incierto, no sabes qué va a ocurrir. Te queda el día de hoy para vivir, disfrutar y por supuesto hacer proyectos que lograrás realizar puesto que tienes los dones y talentos necesarios para arribar a cualquier meta que te propongas.

Amígate con tu pasado. ¿Cómo? Perdonando. Sí, perdona a todos y a todo. Amígate con todo aquél que te ha traicionado, que se ha portado mal contigo, que te ha hecho daño. Todos cometemos errores. Cuando logres perdonar sentirás un alivio increíble en tu alma y a su vez una gran liberación interior como así también calma en tu alma. Todos de laguna manera hemos pasado por momentos de dolor en el pasado y la gente (alguna) no nos ha respondido como o hemos deseado pero ¿de qué te sirve insistir con ello día tras día? Mejor es poner tu esfuerzo y voluntad, tu amor y tu fe, tu gratitud y tu bondad en cada cosa que realices, en cada relación que establezcas ya sea con tu familia, amigos o colegas del trabajo.

Cultiva en tu interior lo bueno que hay en ti y que aun no has descubierto y veras como de apoco se te hará una costumbre el hecho de ayudar, de sonreír, de amar a los otros como si fuera un acto natural. El desarrollo de las sanas costumbres y valores harán que te veas recompensado y que el otro se sienta bien a tu lado. Agradece cada día lo que vives, lo poco o mucho que logras, agradece el amor de tus hijos, de tus seres queridos, agradece estar vivo un día más y todo esto te volverá multiplicado. Debes ser una persona agradecida y que valora a todos y a todo y así encontrarás la felicidad. Te tienes que animar a ser el arquitecto de tu propia vida.

Construye todo aquello que sueñas y lo alcanzarás. No te digo que tu sueño se concretará de la noche a la mañana pues todo requiere de esfuerzo y voluntad pero cada peldaño que asciendas será todo un logro que deberás valorar y  darle la importancia que se merece puesto que es tu propio merito. No dependas de los otros para ser feliz. Seguramente en el camino te encontrarás con piedras, ¡pero esto no significa que has de fracasar! ¡Suma cada piedra y construirás un  palacio! ¿Acaso los grandes de la historia no han debido enfrentarse a tremendas luchas? Pero quienes hicieron y hacen  a la historia hablan por sí mismos.  Medita, piensa y reflexiona. No soy dueña de la verdad. Sólo te transmito lo que he adquirido a través de mi experiencia, porque de eso se trata: de experimentar por ti mismo la vida, nadie puede hacerlo por ti. Debes ser cada día más humilde y aceptar los retos de la vida que en definitiva es una lucha constante contra la batalla que se nos presenta a diario. Debes afrontar los miedos y superarlos y tú tienes la fuerza y la voluntad para hacerlo. Sólo quien no se atreve a soñar y a vivir nunca se equivoca ni pierde y es en verdad muy triste. Por ello es mejor arrepentirse de haber hecho algo que no haberlo intentado. Entonces elige y si no eliges también estarás haciendo una elección como dice Eduardo Galeano. Si eres ya sea evangelista, católico, o crees en otra disciplina aférrate con fe a tu ideología.

Los resultados de tus sueños llegarán pero no cuando tu quieres sino cuando el Universo, Dios o como quieras llamarlo te encuentren preparado para recibirlo. Así que comienza a vivir ya y ahora poniendo sumo amor en todo y cultivando lo mejor en ti, creciendo cada día un poco más y dando todo aquello que puedas: una sonrisa, un abrazo, un beso, contención o apoyo. No siempre se necesita dinero. En lo más sencillo, en lo más simple se halla la verdadera felicidad. Ponte en marcha, yo me quedo de este lado por si me necesitas. Me puedes hacer el comentario que desees y yo te responderé. Olvida el pasado, sueña con tu futuro pero entretanto vive y no postergues porque llegará el día de tu hora final y no habrás sido feliz. ¡Ánimo! ¡Tú puedes!

Lilia Canosa

 

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