¿Orar es lo mismo que rezar?
Vamos a aclarar el panorama. Una cosa es rezar y
otra mucho más profunda es orar. Quienes pertenecen a una determinada religión
como por ejemplo el catolicismo rezan, vale decir repiten un Padrenuestro, un
Ave maría ya sea por una enfermedad, para agradecer o para cumplir con los
mandamientos de la Iglesia. Si bien a
través del rezo nos acercamos a Dios, orar implica una comunión más profunda
con ese ser Superior que es Cristo, Dios, padre o como cada quien desee
llamarlo.
Así como al rezar repetimos automáticamente una
pegaría, el hecho de orar es completamente diferente. Cuando oramos, estamos a
solas y es en cierta medida una manera profunda de meditar. Estamos en contacto
con ese Ser Superior y hablamos con Él como si fuera nuestro amigo. Orar es
conversar con Dios, y de todo. Podemos hablar con Dios acerca de nuestra vida
cotidiana, de nuestras aflicciones, de nuestros problemas, pedirle que nos guíe,
agradecerle y mucho más. Es entrar en un contacto mucho más profundo, en donde
nos alejamos del mundo, y permanecemos con esa voz interior que le habla a
Dios. Generalmente orar es mucho mejor que rezar, pues es una manera de tener a
ese Dios sea la religión que sea, a nuestro lado, y estar en contacto con Él en
un momento determinado del día, encerrados en un cuarto, a solas y en silencio.
No hay hasta el día de hoy un concepto bíblico sobre
la oración, sólo se sabe que orar es
abrir nuestro corazón y nuestra alma a Dios, pedir perdón por nuestros y
agradecer. Rezar es entonces algo más aburrido y mecánico. No es normal que por
ejemplo un adulto o un adolescente pasen horas rezando como las monjas o curas
porque no se soluciona nada. Con rezar una sola vez somos escuchados. El acto
de orar es mucho más amplio, es un diálogo a solas en donde nos abrimos
completamente. Claro que la Iglesia no está muy a favor de esta manera de orar,
o meditar porque siempre va a pedir que recemos por cada cosa. No obstante,
cuando oramos también pensamos en los enfermos, en los desocupados, en la gente
feliz, en quienes precisan una mano y así vamos incluyendo y comentando a Dios
todo lo que sucede en nuestro entorno pidiendo que nos ayude a seguir ayudando
a otros y a nosotros mimos. Cada quien
sabrá que desea hacer pero mediten acerca de la cuestión. Creo que la gente
reza mucho porque no encuentra la manera de orar, no sabe cómo hacerlo. Si un
Padrenuestro no cambia nuestro rumbo es porque necesitamos orar, ya seguiremos
con este tema.
Lilia Canosa
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