viernes, 7 de febrero de 2014

Hermoso texto de Osho

Podemos cambiar el mundo, pero no por medio de la lucha. ¡No esta vez, Ya basta!
Tenemos que cambiar este mundo por medio de la celebración, la danza, el canto, la música, la meditación, el amor; no por medio de la lucha.
Lo viejo debe acabar, para que lo nuevo pueda surgir, pero por favor no me malinterpreten.
En verdad, lo viejo tiene que acabar, pero lo viejo está dentro de ti, no afuera.
No estoy hablando de las antiguas estructuras de la sociedad, estoy hablando de la antigua estructura de la mente, la cual tiene que terminar para que lo nuevo surja.
Y es impensado, inimaginable, increíble como un simple hombre abandonando la antigua estructura de la mente crea un espacio, para que muchos puedan transformar sus vidas.
Un simple hombre transformándose a sí mismo, se vuelve un desencadenante.
Y entonces, muchos otros comienzan a cambiar.
Su presencia se convierte en un agente catalizador.
Esta es la rebelión que enseño:
Abandona la vieja estructura, abandona la vieja codicia, abandona el viejo idealismo.
Te vuelves una persona silenciosa, meditativa, amorosa.
Serás más una danza y entonces, verás lo que ocurre.
Alguien, más temprano o más tarde, se unirá a la danza contigo, y luego, otras personas más.



¡La alegría es contagiosa!
Ríe y verás a otras personas que comienzan a reír.
Del mismo modo es con la tristeza, mantente triste y alguien mirando tu cara seria, de repente se entristece.
Nosotros no estamos separados, estamos juntos, conectados.
Así, cuando el corazón de alguien comienza a reír, muchos otros corazones comienzan a ser tocados, incluso a veces corazones distantes."
(Osho)


Un acto heroico

Un acto heroico y que demuestra su amor por los animales fue el que realizó John Byrne, un hombre que se lanzó a un río para rescatar a uno de sus compañeros.

Byrne es conocido en Irlanda por vivir en el puente de Dublín junto a sus dos inseparables amigos: un perro jack russell terrier y un conejo, al cual bautizó como Barney.

Rara vez los animalitos se alejan de él, pero en un descuido un adolescente de 18 años robó el conejo y lo lanzó al río Liffey, en un acto de crueldad hacia los animales.

Sin pensarlo dos veces John se lanzó al río de fuertes y heladas corrientes para salvar a Barney, arriesgando la vida por su amigo.

Milagrosamente el hombre logró rescatar a su animal sin ahogarse, pero quedó atrapado debajo del puente y tuvo que esperar a ser rescatado por los Bomberos, ya que le fue imposible llegar sólo a la orilla.

Cuando le preguntaron por qué arriesgó su vida para salvar a su conejo, Byrne explicó: "porque él es mi hijo, lo amo y sólo quería salvarlo".

Por su valentía, el centro de caridad ARAN le otorgó el premio de "Ciudadano Compasivo", mientras que el adolescente de 18 años fue arrestado y acusado de los delitos de desorden público y crueldad hacia los animales.



jueves, 6 de febrero de 2014

La vida es un espejo


En un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró entrar a dicha casa y se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto y se dio cuenta que dentro de ese cuarto había mil perritos mas observándolo, como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas. Los mil perritos hicieron lo mismo. Sonrió y les ladró alegremente a uno de ellos, los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando salió del cuarto pensó: Que lugar tan agradable. Voy a venir más seguido a visitarlo. Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y entro al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, al ver a los mil del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Empezó a ladrar y vio como los mil perritos le ladraban también a él. El perrito salió del cuarto y pensó: Que lugar tan horrible es este. Nunca más volveré a entrar allí. En el frente de dicha casa había un letrero que decía: "La casa de los mil espejos". No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones. "Todos los rostros del mundo son espejos". Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten con el corazón.


El Circulo del Odio 


Un importante empresario estaba enojado y regañó al director de uno de sus negocios. El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado porque había un abundante almuerzo en la mesa. La señora gritó a la empleada, que rompió un plato y le dio una patada al perro porque la hizo tropezar. El animal salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por allí. Cuando ella fue a la farmacia para hacerse una curación, gritó al farmacéutico porque le dolió la aplicación de la vacuna. Este hombre llegó a su casa y le gritó a su madre porque la comidano era de su agrado. 

La señora, manantial de amor y perdón, le acarició la cabeza mientras le decía: “Hijo querido, te prometo que mañana haré tu comida favorita. Trabajas mucho, estás cansado y hoy precisas una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas para que puedas descansar en paz. Mañana te sentirás mejor”. Lo bendijo y abandonó la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos. 

En ese momento se interrumpió el círculo del odio, al chocar con la tolerancia, la dulzura, el perdón y el amor. 





Los Niños 


En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo. 
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...” 
En ese instante apareció un abuelo y, conuna sonrisa, dijo: 
—Yo sé cómo lo hizo. 
— ¿Cómo? —le preguntaron. 
—No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo. 

"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr". 

Einstein 


Agradezcamos por todas las gracias recibidas en nuestra vida:

Por todo: Madre, te agradezco de corazón, y quiero atarme a ti con íntimo amor. ¿Qué hubiese sido de nosotros sin ti, sin tu cuidado solícito y maternal?

Gracias, porque nos salvaste en grandes dificultades, y porque con amor fiel nos encadenaste a ti. 
Te agradezco, y quiero agradecerte eternamente y consagrarme a ti sin reservas. 

Amén.




Es a causa de esta Virgen llamada Schoenstatt que el último viernes de cada mes se ora en todo el mundo por los difuntos. No lo olviden.