domingo, 22 de diciembre de 2013

Una frase más de un grande acerca de la amistad.
Para tener muy en cuenta.




Si tan sólo bastasen...


¡Pero no dejemos de cantar!
El Valor de la amistad

Hace tiempo, al estar en mi casa, siendo como las 11:00 PM, recibí la llamada telefónica de un buen amigo.

Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue:
¿Cómo estás?
Y sin saber por qué le contesté: 
"solísimo".
¿Quieres que conversemos?
> Le respondí que sí... 
Me preguntó:
¿Quieres que vaya a tu casa?
Y respondí que si....

Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta.

Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él, atento siempre, me escuchó...

Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto... 

Cuando él noto que yo ya me encontraba mejor, me dijo: 
Bueno, pues me retiro tengo que ir a trabajar.

Yo me sorprendí y le dije:
Pero.. ¿Por qué no me habías dicho que tenias que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche.

Él sonrió y me dijo:
No hay problema; para eso estamos los amigos.

Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.
Lo acompañe a la puerta de mi casa... 

Cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos:
Oye amigo, y a todo esto, ¿Por qué llamaste anoche tan tarde?.

Él regresó y me dijo en voz baja:
Es que te quería dar una noticia... 
Y le pregunté:
¿Qué pasa?
Y me dijo... fui al doctor y me dijo que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y sólo me queda esperar...

yo me quedé mudo... 

Él me sonrió y me dijo:
Que tengas un buen día amigo.

Se dio la vuelta y se fue...

Pasó un buen rato. Para cuando asimilé la situación me pregunté una y otra vez,
¿Por qué cuando él me preguntó como estás me olvide de él y solo hablé de mí?
¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?...
Esto es increíble...

Desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más critico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida...
Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero...

Por ejemplo él... 
Todavía vive...

Procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y conversamos. Sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo...

Les deseo que tengan un hermoso día y recuerden...
"El que no vive para servir... No sirve para vivir..."

La vida es como una escala si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila, pero si miras hacia abajo verás que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar.



sábado, 21 de diciembre de 2013

EN ESA TIERRA DE NAVIDAD ETERNA JESÚS Y LOS SANTOS DE TODAS LAS RELIGIONES TE ESTÁN ESPERANDO:


"Eleva tu vista y concéntrate en tu interior. Contempla la estrella astral de la sabiduría divina y deja que los pensamientos sabios que albergas en tu interior sigan esa estrella para descubrir a Cristo en todo.
 En esa tierra de Navidad eterna, donde mora la gozosa Conciencia del Cristo omnipresente, encontrarás a Jesús, a Krishna, a los santos de todas las religiones y a los grandes gurús preceptores, quienes están esperándote allí para brindarte una divina recepción floral y una felicidad eterna".

Paramahansa Yogananda


 ¿Cómo vivir?

 La capacidad de vivir el
 momento presente, aquí y
 ahora, es una manifestación
 natural del alma.


Todas las enseñanzas espirituales nos dicen que, si queremos ser felices, debemos vivir aquí y ahora, libres del futuro (es decir, libres de las expectativas y de los miedos) y libres del pasado (o sea, libres de las cargas emocionales que generan las expectativas y miedos). Lo deseamos, pero ¿cómo conseguirlo? Cuando se ha establecido el contacto con el alma, ése es el modo natural de vivir. El alma no funciona a partir del pasado. Como conoce la realidad en todo instante, permite experimentar el momento presente con pleno conocimiento de causa y con un dominio pleno, libre del pasado y del futuro, libre del tiempo, en la plenitud del infinito presente. El contacto con el alma proporciona un estado de ser en la vida que hace que no se necesite esperar que mañana sea mejor que hoy, ni tampoco lamentar el ayer. Cada instante es precioso y perfecto tal como es, vivido en un estado de serenidad y de sencillez. La hermosa teoría se convierte en una vivencia real.



¿Cómo amar?

La verdadera forma de defender una idea, "no es combatiendo las otras"; sino demostrando las bondades de ésta "con el ejemplo" y los resultados de la misma.
Todas las religiones, todas las organizaciones o tendencias filosóficas que buscan a Dios, de cualquier forma en que lo hagan, están siendo movidas por el mismo Espíritu, ya que hay un solo Dios, Creador de todas las cosas.

Todas las manifestaciones de Dios tienen un motivo único y verdadero, "hacer del hombre una imagen y semejanza de Dios", solo que de acuerdo con el grado de espiritualidad que cada uno tiene.

Cada persona alcanza su medida de Dios de acuerdo con su capacidad y probabilidad. No todos los hombres tienen la misma preparación intelectual o social. Por eso de acuerdo con el grado que cada cual sustenta, hay una forma religiosa que puede llenar el deseo de Dios que éste tiene. 
Cada hombre es perfecto en su generación. Por eso es que, comprendiendo la necesidad que el mundo tiene de que los que no tienen conocimiento de Dios lo puedan adquirir, buscar, aceptar, comprender, etc, es necesario que haya un lugar capaz de recibirle y darle el grado de conocimiento de Dios que esta persona necesita y es capaz de comprender.

No hay necesidad de que unas organizaciones traten de captar los miembros de las otras. Son muchisimas más las almas que no tienen siquiera la idea de Dios en su corazón, que las que asisten a todas las formas religiosas juntas.

Por ello, creemos que cada doctrina, tendencia, grupo, religión, organización, etc., debe exponer su visión de Dios, de una manera sentida y verdadera, sin deseos de forzar, captar, obligar o atemorizar a otros, ya que ello lo único que hace es alimentar a los que no tienen conocimiento de Dios y empuja a los que andan sin fe, a seguir por sus caminos erráticos, sin poder observar si hay alguna bondad entre los que predican a Dios, ya que solo pueden ver los defectos que los unos destacan de los otros.

Cada cual enarbole su bandera. Vísitala de los mejores colores posibles, para que el que pase por su lado y vea su estandarte espiritual, se sienta inclinado a seguirle y a formar una legión de buscadores de Dios, que muestre la diferencia que existe entre los que buscan a Dios, con relación a los que no le buscan.

"Aquel que no es contra nosotros, de nosotros es" dice la Biblia.
El que busca a Dios se diferencia del que no le busca, en que está dispuesto a darlo todo, sin esperar recibir algo a cambio.

Que cada cual elija la mejor forma de encontrar el amor y el reposo de Dios sin que se le juzgue o se le critique por no seguir los caminos que se le quiera obligar a seguir, "El amor se predica con la fuerza del ejemplo, no con el ejemplo de la fuerza"

El propósito de este portal es abrir un rincón de Dios para crecimiento en amor y bondad para todos, sin miramientos de ninguna clase.
Mostrando solo las bondades de cada uno, sin dejar que los errores se hagan más visibles que los aciertos.
Abre tu corazón y tu mente a Dios, y deja que cada cual haga su elección.

"El árbol por sus frutos se conoce" 




PARA AMAR HAY QUE TENER EL VALOR DE COMPARTIR

En una ocasión, por la tarde, un hombre vino a nuestra casa, para contarnos el caso de una familia hindú de ocho hijos. No habían comido desde hacía ya varios días. Nos pedía que hiciéramos algo por ellos. De modo que tomé algo de arroz y me fui a verlos. Vi cómo brillaban los ojos de los niños a causa del hambre. La madre tomó el arroz de mis manos, lo dividió en dos partes y salió. Cuando regresó le pregunté: qué había hecho con una de las dos raciones de arroz. Me respondió: “Ellos también tienen hambre”. Sabía que los vecinos de la puerta de al lado, musulmanes, tenían hambre. Quedé más sorprendida de su preocupación por los demás que por la acción en sí misma. En general, cuando sufrimos y cuando nos encontramos en una grave necesidad no pensamos en los demás. Por el contrario, esta mujer maravillosa, débil, pues no había comido desde hacía varios días, había tenido el valor de amar y de dar a los demás, tenía el valor de compartir. Frecuentemente me preguntan cuándo terminará el hambre en el mundo. Yo respondo: “Cuando aprendamos a compartir”. Cuanto más tenemos, menos damos. Cuanto menos tenemos, más podemos dar. 

En estas fiestas más que nunca, propongámonos dar mucho amor y compartir, 
¿si no compartimos de que sirve vivir?