No discriminemos, podemos tener capacidades diferentes pero ¡¡¡todos somos iguales!!!
jueves, 12 de diciembre de 2013
¡Dios necesitamos más locos lindos!
¡Dios mío! Envíanos algunos locos,
de aquellos que se comprometen a fondo,
de aquellos que se olvidan de sí mismos,
de aquellos que saben amar con obras y no con palabras,
de aquellos que se entregan verdaderamente hasta el fin.
Nos hacen falta locos, desafinados, apasionados,
personas capaces de dar el salto en el vacío inseguro,
desconocido y cada día más profundo de la pobreza;
aquellos que saben aceptar la masa anónima,
sin deseo de utilizarla como escabel;
aquellos que no utilizan para su servicio al prójimo.
Nos hacen falta locos,¡Dios mío!.
Locos en el presente,
enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores del pobre,
amantes de la paz,
libres de compromisos,
decididos a no hacer nunca traición,
despreciando su propia comodidad, o su vida,
plenamente decididos por la abnegación,
capaces de aceptar toda clase de tareas,
de partir dondequiera que sea por disciplina,
al mismo tiempo libres y obedientes,
espontáneos y tenaces, alegres, dulces y fuertes.
Aprendamos a tratar a nuestros padres con amor...escuchemos...demos todo lo que podamos...no seamos jamás indiferentes a sus necesidades.
Querido hijo(a), el día que me veas viejita, te pido por favor que me tengas paciencia. Entiende que la vida es un ciclo y todos volvemos a ser niños!!!Si cuando hablo contigo..., repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme: “eso ya me lo contaste" solo escúchame por favor....Cuando quiera comer algo que no deba por mi salud, no me grites, explícame con cariño así como yo te explicaba muchas veces el daño que hacían los dulces.Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras.Recuerda que yo te enseñé a hacer muchas cosas como: comer, vestirte, peinarte, y cómo confrontar la vida...El día que notes que me estoy volviendo vieja, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme...Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa(o), o arrogante.
Ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo, que me pidas consejos y me tomes en cuenta.Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te la ofrecí cuando diste tus primeros pasos.Cuando estos días vengan, no te sientas ni me hagas sentir incompetente, ayúdame mientras llego al final de mi vida, pero con amor y cariño. Regalarme flores y lindos detalles "ahora" que puedo oler su aroma, dime que me amas "ahora" que aun puedo escucharte, demuéstrame tu amor "ahora" que puedo verte. Aunque no tenga dinero para premiarte con un regalo, yo te lo agradeceré con una gran sonrisa , TE AMO Atte: Tu Vieja!!!...
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Para despedir este día les dejo un cuento...
Un día bajó el Señor a la Tierra en forma de mendigo y se acercó a casa de un zapatero pobre y le dijo: "Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado. Aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras por favor mis sandalias para poder seguir caminando".
El zapatero le respondió: "¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado que todo el mundo venga a pedir y nadie venga a dar!"
El Señor le contestó: "Yo puedo darte lo que tú quieras". El zapatero le preguntó: "¿Dinero inclusive?".
El Señor le respondió: "Yo puedo darte 10 millones de dólares, pero a cambio de tus piernas". -"¿Para qué quiero yo 10 millones de dólares si no voy a poder caminar, bailar y moverme libremente?", dijo el zapatero.
Entonces el Señor replicó: "Está bien, te podría dar 100 millones de dólares, a cambio de tus brazos". El zapatero le contestó: "¿Para qué quiero yo 100 millones de dólares si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos y abrazar a mi esposa?"
Entonces el Señor le dijo: "En ese caso, yo te puedo dar 1000 millones de dólares a cambio de tus ojos". El zapatero respondió asustado: "¿Para qué me sirven 1000 millones de dólares si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean?"
Entonces el Señor le dijo: "Ah, hermano mío, ya ves qué fortuna tienes y no te das cuenta"
El dinero sirve sí, pero no te dará la felicidad que anhelas, por ello ¡no te aferres a él! ¡No permitas que te atrape!
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