miércoles, 18 de diciembre de 2013

¡No lo dudes!


Tienes la capacidad de sorprender a alguien con un sincero gesto de bondad totalmente inesperado y absolutamente encantador. Tienes la capacidad de tender una mano y ofrecer una palabra de aliento a aquellos que más lo necesitan.
Tienes la capacidad de poner la mirada en una meta y luego hacer todo lo que sea necesario para alcanzarla. Tienes la capacidad de tomar un momento común y corriente y darle un valor extraordinario.
Tienes la capacidad de perdonar. Tienes la capacidad de agradecer.
Tienes la capacidad de expresarte y tienes la capacidad de escuchar. Tienes la capacidad de enseñar    y tienes la capacidad de aprender.
Tienes la capacidad de observar un problema y de encontrar en él una oportunidad. Tienes la capacidad de reconocer qué es lo que está mal en una determinada situación y de dar los pasos necesarios para corregirla.
Al final del día tu mundo no será el mismo que cuando el día apenas comenzaba. Porque tienes la capacidad de marcar una diferencia".

Gabriel Sandler






"No Acumules, Transforma Y Haz Circular"

 ¿Tienes el hábito de juntar dinero, sólo para no gastarlo pues piensas que en el futuro podrá hacerte falta?

 ¿Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas desde hace mucho tiempo?

 ¿Y dentro tuyo…? ¿Tienes el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos y demás?

 ¡No hagas eso! ¡Va contra tu prosperidad!

 Es preciso que dejes un espacio, un vacío, para que cosas nuevas lleguen a tu vida.

 Es preciso que te deshagas de todo lo inútil que hay en ti y en tu vida, para que la prosperidad llegue.

 La fuerza de ese vacío es lo que absorberá y atraerá todo lo que deseas.

 Mientras estés, material o emocionalmente, cargando sentimientos viejos e inútiles, no tendrás espacio para nuevas oportunidades.

 Los bienes necesitan circular… Limpia los cajones, los armarios, el cuarto de los trastos, el garaje… Da lo que ya no uses, la actitud de guardar un montón de cosas inútiles encadena tu vida.

 No son los objetos guardados los que estancan tu vida… sino el significado de la actitud de guardar…Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia, se cree que mañana podrá faltar, y que no tendrás manera de cubrir esas necesidades. 

 Con esa idea, le estás enviando dos mensajes a tu cerebro y a tu vida:
 1.-Que no confías en el mañana…
 2.-Que piensas que lo nuevo y lo mejor NO son para ti,

 Por eso te alegras guardando cosas viejas e inútiles. Deshazte de lo que ya perdió el color y el brillo… Deja entrar lo nuevo a tu casa y dentro de ti mismo.



Para pensarlo...




Léela, vale la pena.


Un niño abordó un avión para viajar a Nueva York,llamando la atención de tod@s, sube al avión con boleto en mano, busca su asiento y se sentó al lado mío. Se veía un niño educado, seguro e inteligente. Me miró, sonrió, sacó un libro y comenzó a dibujar, pintar y colorear. A pesar de su corta edad, acaso unos 8 años, no presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento ¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma?... Hasta que una mujer frenética le preguntó;- Niño: ¿no tienes miedo?- "No señora”, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dice:- ”Mi padre es el piloto”... A lo largo del camino nos vamos a encontrar con sucesos que nos sacudan como en una turbulencia. Habrá momentos en los que no veremos el terreno sólido y nuestros pies no pisarán lugar seguro. No veremos dónde sostenernos, estaremos inseguros. En esos tiempos hay que recordar que nuestro PADRE es el piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador.Así que la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu tu mirada al cielo, CONFÍA y di para ti mism@: ¡¡Mi Padre es el piloto!!


La joya única 

 Cruzando el desierto, un viajero inglés vio a un árabe muy pensativo, sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados, por lo que el viajero comprendió que se trataba de un mercader de objetos de valor, que iba a vender sus joyas, perfumes y tapices, a alguna ciudad vecina.
 Como hacía mucho tiempo que no conversaba con alguien, se aproximó al pensativo mercader diciéndole:
«Buen amigo, ¡salud! pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?»
 «¡Ay!», respondió el árabe con tristeza, «estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas».
«¡Bah!», respondió el inglés, «la pérdida de una joya no debe ser gran cosa para ti que llevas tesoros sobre tus camellos, y te será fácil reponerla».
«¡¿Reponerla?!… ¡¿Reponerla?!», exclamó el árabe. «Bien se ve que no conoces el valor de mi pérdida».
«¿Qué joya es, pues?», preguntó el viajero.
«Era una joya», le respondió el mercader, «como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del Tiempo.
 La adornaban veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya ves que tengo razón al decir que joya igual no podrá reproducirse jamás».
«A fe mía», dijo el inglés, «tu joya debía ser preciosa”. Pero, ¿no crees que con mucho dinero pueda hacerse otra igual?»
 «La joya perdida», respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo, «era un día, y un día que se pierde… no vuelve a encontrarse».

Cuento Sufí


Los pensamientos...

Cuando cada pensamiento absorbe tu atención lentamente significa que te identificas con la voz que suena en tu cabeza. Entonces los pensamientos quedan investidos de un sentido de yo. Esto es el ego, el «yo» creado por la mente.
 Este yo fabricado por la mente se siente incompleto y precario. Por eso el temor y el deseo son sus emociones predominantes y sus fuerzas motivadoras. Cuando reconoces que hay una voz en tu cabeza que pretende ser tú y que nunca deja de hablar, estás saliendo de la identificación inconsciente con la corriente de pensamientos.
 Cuando notas esa voz, te das cuenta de que tú no eres la voz —el pensador—, sino quien es consciente de ella. La libertad estriba en conocerte a ti mismo como la conciencia que está detrás de la voz.
 El ego siempre está buscando. Busca añadirse algo más de esto o de lo otro para completarse. Esto explica su preocupación compulsiva por el futuro. Cuando te des cuenta de que estás viviendo «para el momento siguiente», ya has salido del patrón mental del ego, con lo que surge la posibilidad de elegir prestar toda tu atención a este momento. Prestando toda tu atención a este momento, una inteligencia mucho mayor que la inteligencia de la mente egótica entra en tu vida.

Eckhart Tolle






Luz Para El Camino

 Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
 La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.

 Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
 - ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves…
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi…
- No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

 Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
 Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil…Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás…¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento…

¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás!

 Autor desconocido