MARÍA MADRE DE DIOS FORMA PLENAMENTE A SU HIJO EN NUESTRO CORAZÓN
EVANGELIO DE HOY
"Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón" (Lc. 2, 16-21).
Celebramos en este primer día del año la Solemnidad de María Madre de Dios. ¡Qué hermosa manera de comenzar un nuevo calendario en la historia humana!, ir desde el principio de estos 365 días de la mano de María y sentir que no vamos solos, que su amor y cuidados maternos nos acompañan.
Tiene sentido entonces que la Iglesia nos regale tan bella solemnidad para este día, porque María nos ayuda a engendrar a Cristo en nuestro corazón y a hacerlo crecer plenamente en nuestra vidas, ella es quien calienta nuestra fe y nos enseña a meditar todo desde el interior.
María engendró primero a Jesús en su corazón por la fe y por eso luego lo concibió por obra del Espíritu Santo en su seno virginal. Como ella, también nosotros estamos llamados a dar a luz espiritualmente a Cristo al mundo, a acoger a todos los que vengan con deseos de conocer el motivo de nuestra esperanza, como fueron los pastores hasta Belén, y mostrar con nuestro testimonio al Salvador.
María, Madre de Dios y Madre nuestra, camina con nosotros a lo largo de este año y de toda nuestra vida para que podamos dar pasos firmes mientras avanzamos al encuentro definitivo con tu Hijo en la eternidad.